miércoles, 24 de noviembre de 2010

CREMA DE VERDURAS

Esta receta es perfecta para la época en la que nos encontramos dado que la crema de verduras constituye un primer plato reconfortante, completo y sano que sin duda nos ayudará a sentirnos mejor. Además es una buena manera de introducir la verdura en la dieta de los más pequeños y que aquellos que ya las han probado y no son muy amigos, las descubran de una forma diferente.



CREMA DE VERDURAS

Ingredientes (para 4 personas):
- 1 cebolla grande.
- 1 puerro.
- 2 dientes de ajo.
- 1 calabacín mediano.
- 2 zanahorias.
- 150 gramos de brécol o coliflor.
- 150 gramos de espinacas (en todos los supermercados las venden embolsadas, lavadas y cortadas listas para su consumo).
- 1 patata mediana.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.

Estos ingredientes son los que suelo utilizar habitualmente, pero controlando las cantidades se puede utilizar las verduras que tengáis en casa en el momento que os apetezca hacer la crema.

Utensilios:
- Una cacerola alta
- Una chuchara de madera.

Preparación:

Pelamos la cebolla y la cortamos en rodajas de medio centímetro de grosor aproximadamente. Es importante no cortarla en rodajas muy finas porque sino podría quemarse.

Limpiamos y pelamos el puerro, utilizando la zona blanca del fruto. Lo cortamos en rodajas exactamente igual que la cebolla.

Pelamos los dientes de ajo, los abrimos a la larga por la mitad y extraemos el germen.

A continuación, echamos un chorro de aceite de oliva virgen extra hasta que todo el fondo de la cacerola quede cubierto. Ponemos a calentar a fuego fuerte.

Cuando el aceite este muy caliente, echamos la cebolla, el puerro y los dientes de ajo. Salamos. Removemos con la cuchara de madera, bajamos el fuego al mínimo y tapamos la cacerola con su tapa correspondiente, puesto que nos interesa que esta mezcla de verduras se poche lentamente.

Mientras tanto, pelaremos el resto de verduras, cortando las zanahorias en rodajas, el calabacín y la patata en cubos (no es necesario que sean trocitos muy pequeños). El brécol bastará con cortarlo en pequeños ramilletes y las espinacas las utilizaremos tal cual vienen preparadas en su bolsa.

Mientras terminamos de preparar el resto de verduras tenemos que tener la precaución de remover la cebolla y el puerro cada 5 minutos para que no se pegue.

Tras preparar las verduras destaparemos la cacerola. Se podrá comprobar que la cebolla, el puerro y los ajos estarán más blanditos y ahora solo queda darles un toque dorado. Esto lo conseguiremos subiendo a fuego medio y dejando la cacerola destapada. Iremos dando vueltas hasta que las verduras adquieran un leve color tostado. Seguidamente añadiremos la zanahoria y el calabacín, dejaremos que se impregnen bien del sabor del puerro y de la cebolla, revolviendo bien para que no se nos pequen las verduras al fondo de la cacerola. A continuación añadiremos el brécol y las espinacas y pocharemos ligeramente estas verduras junto con el resto. Por último añadiremos agua hasta cubrir las verduras, añadiremos la patata cortada en cuartos, subiremos el fuego al máximo, tapamos de nuevo la cacerola y hasta que comience a hervir. En ese momento, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer durante una hora aproximadamente.

Retiramos del fuego y a continuación pasamos por la batidora para transformar las verduras cocidas en una crema. Una vez triturado (debe quedar con una textura de crema muy fina), probamos de sal y si es necesario rectificamos. Ya está.

Solo me queda decir ¡buen provecho!.



Un par de trucos: es conveniente no utilizar judías verdes porque en caso que la crema se prepare de un día para otro, las judías acaban dando un toque ácido muy desagradable. A la hora de servir, se pueden agregar unos taquitos de pan tostado o pan frito que le darán un toque distinto al plato.