Muchos sabréis que quizás la
salsa hecha a base de vino dulce
Pedro Ximénez (
PX) haya sido una de las
salsas de hostelería más utilizadas por grandes y pequeños
restaurantes a finales de la década de los
90. Hasta tal punto llegó esta moda, que casi todas las
cartas de restaurantes existentes en aquel momento, actualizaron a toda prisa su categoría de
segundos platos para incorporar alguna receta de
carne aderezada con esta
salsa imponente que muchas veces iba acompañada del maravilloso
foie, sobre todo cuando se oficiaba sobre carnes magras de
ternera,
pato o incluso
cerdo.
Y la verdad es que en casa no lo hemos hecho casi nunca (que recordemos), preferíamos pedirlo fuera y disfrutarlo como comodín en algunos
restaurantes, pero ahora, y una vez pasa esta moda, da gusto retomar (y en algunos casos mejorar) ese sabor tan especial producido por uno de esos
vinos dulces famosos en el mundo entero, el
vino que surge de la
uva pasificada
PX.
Y la historia de esta variedad sigue siendo una incógnita, unos dicen que es heredada de la tan de moda
uva Riesling alemana, y otros dicen que nada tiene que ver con ésta porque procede de la uva
malvasía Canaria. Pero el caso es que nadie sabe nada a ciencia cierta, y menos cómo pudo llegar la variedad a nuestro país. Eso sí, lo que todo el mundo tiene claro es que es una
uva que lo da todo en el sur de nuestro país (y algunas otras zonas templadas), es decir, crece estupendamente en climas cálidos y no se cree que se haya podido adaptar tan bien si hubiera venido de otros climas, eso ya dice mucho.
Y es nuestra, y por ello nos debemos de sentir muy orgullosos. Y por si fuera poco el
vino PX se obtiene por un proceso de madurado que sólo se realiza en el mundo, en algunos sitios contados de la cuenca mediterránea. Para ello la
uva se deja madurar a sol una vez arrancada y durante
10 días, y ésta luego es molida con mucha delicadeza extrayendo un
mosto escaso pero único, apenas
29 litros por cada
100 kilos de
uva. Esta
miel de
uva se mete en
barricas y se deja macerar/fermentar un tiempo que dependerá de la variedad (edad) que se quiera obtener. Dicen que a más reposo, se extrae un
vino más profundo y de más oscuridad, y pese a que todavía en
España queda aún camino por recorrer para la obtención de la máxima calidad (por parte de todas las cooperativas), el vino
PX en casi todas sus variedades y edades tiene buena aceptación en el mercado global. Un capricho a nuestro alcance.
Pues una vez introducidos en el tema os diremos que nosotros haremos una
salsa con este
vino y con su gran aliada la
cebolla (caramelizada), aunque también le añadimos algunos
champiñones en cuartos y opcionalmente algo de
glasé. Pero vamos, aunque entendemos que añadir esta
melaza italiana lo único que hacemos es mezclar sabores y aromas de varias procedencias, os diremos que si dudáis de esta mezcla es que no la habéis probado. El glasé le da un toque más dulce, sólido, vinagroso y untuoso que si usáramos sólo
PX, algo que sólo podríamos lograr (aproximar) reconcentrando y caramelizando aún más la
salsa (y echando varias tandas de
PX), que ya os adelantamos que la tenemos algo más de una hora y media al fuego., y añadiendo unas gotas de
vinagre.Que sepáis a todo esto que existe una reducción de
Pedro Ximénez (
glasé) imitando a la reducción de
Módena y fabricada por la empresa
Crismona. Se llama
glasé Sotolongo. Leí ya en su día, que algunos expertos dicen que incluso esta gama de
balsámicos supera en
cata a la conocida gama
italiana.
Bueno, pues vamos a ello. Los ingredientes para
2 personas son:
-1
solomillo de
cerdo ibérico,
-2
cebollas hermosas,
-1/2 vaso de vino
Pedro Ximénez (si no os encanta el sabor, se puede mezclar con mitad de
vino blanco),
-una bandeja de
champiñones limpios
-1/2 hoja de
laurel,
-un puñado de pasas de
corinto o
sultanas,
-pimienta negra recién molida, una cucharadita de
harina,
-algo de
glasé balsámico (opcional),
-1
pimiento verde (para decorar),
AOVE (aceite de oliva virgen extra) y
sal.
Veréis que fácil, sólo hay que tener paciencia.
Lo primero será dejar que se hidraten las
pasas unas
3-4 horas antes dentro del
PX, aunque podéis hacerlo la noche anterior, pero dejarlas en la nevera.
Ahora saltearemos y deshidrataremos los
champiñones con algo de
AOVE.
Una vez rehogados los
champis y cuando estén ligeramente braseados, inundaremos la
sartén con la blanca
cebolla cortada en
brunoise, el
ajo en láminas más bien gruesas y la hoja de
laurel cortada en dos.
Lo dejaremos pochar a fuego bajo durante más de una hora y media removiendo el preparado de vez en cuando (utilizamos el nivel
2 de la
vitro). Echar algo de
sal y
pimienta hacia la mitad.
A continuacion le echamos las
pasas, y las dejaremos cocinar unos
10-15 minutos más.
Echaremos ahora el
Pedro Ximenez y un poquitín de
agua para que haya más volumen de líquido de cocción, pero vamos, si queréis echar algo más de
PX que el medio vaso. Lo dejamos reducir una media hora a fuego muy bajo y de nuevo, sin parar de remover.saca la salsa y con un mínimo de
AOVE, echa unas lonchas de
pimiento verde que a la plancha, y mí personalmente, me encanta con el
cerdo. Lo hicemos también a fuego lento con algo de
sal. Pero vamos, esto es opcional.
En otra sartén, echaremos el
solomillo limpio de partes grasas, y rociado de
AOVE (y sin
sal). Aquí marcaremos o sellaremos la carne para provocar la famosa reacción de
Maillard.
Lo dejamos tostar hasta que al pincharlo (repetidas veces) dentro de la zona más gruesa llegemos a
62º-
65º, como a mí me gusta tomar la carne de este animal de raza. Con
cerdo blanco siempre lo hago bien hecho, no me trasmite nada. Si no tenéis el termometro lo que podéis hacer es dorar la
carne por todos sus lados, hasta que una vez hecho esto, veáis que al apretar mínimamente la zona gruesa no salen jugos por abajo.
Emplatar colocando la fritada de
cebolla al
PX y sobre ella los
lomos troceados bañados con algo de
sal maldon. Y para decorar el
pimiento verde a la plancha coronando la faena.
TOMADO DE
mercado calabajío
Cómo me gusta esta salsa! Yo la hago con diferentes carnes, ya las iré poniendo en mi página. Cada vez que voy al Puerto, me traigo una garrafa y siempre tengo en casa. Muy bueno, Jiménez. Por cierto, hice un budin de pescado que hacía mi madre y me acordé de ti. Buenísimo. Si quieres verlo, está en mi blog. Un saludo, paisano!
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